por la Dra. Gloria Fernández Lázaro| Grupo Bienestar Animal AWSHEL-IAS del Instituto Franklin Universidad de Alcalá, Madrid

Uno de los mayores desastres ecológicos y sociales está asolando ahora mismo Indonesia. Durante el pasado mes de septiembre se contabilizaron unos 9.735 incendios en Sumatra y la parte de Borneo que pertenece a Indonesia (NASA Fire Information for Resource Management Active Fire Data). Los bosques arden destruyendo el hábitat de numerosas especies endémicas y creando una gran nube de cenizas en suspensión. Las consecuencias son devastadoras para la fauna, el medio ambiente y las poblaciones humanas a escala global, ahora veremos porqué.

Indonesia es el mayor reservorio de bosques de turba del planeta, uno de los ecosistemas que absorben mayor cantidad de dióxido de carbono, según explica el periodista Torsten Schäfer (http://www.dw.com/es/cuando-el-bosque-de-turba-arde/a-5202845). La turba constituye un estadio anterior al carbón. El proceso de descomposición vegetal en la superficie avanza en los bosques de turba de forma mucho más rápida que en aquellos lugares donde crece la selva tropical. Es por ello que los bosques de turba almacenan hasta 50 veces más CO2 que otras superficies boscosas tropicales. Se calcula que los bosques de Indonesia contienen unas 57 millones de toneladas de carbono, equivalente al 25% del carbono almacenado en los bosques tropicales del mundo. Esto provoca dos cosas: que el mantenimiento de estos bosques sea clave para la prevención de peligrosas subidas de la temperatura global y que al quemarse liberan unas cantidades enormes de carbono a la atmósfera.

Los incendios de 1997 y 1998 en Indonesia, los peores hasta ahora, supusieron tantas emisiones de CO2 como el total de emisiones de dióxido de carbono producidas por combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón en el mismo periodo de tiempo. En 2006 los bosques de turba volvieron a quemarse durante algunos meses produciendo tanto CO2 como el que liberó toda Alemania en ese mismo año. Si este año la magnitud de los incendios es mayor se prevé un escenario peor.

Bombero local extinguiendo el fuego (Foto de Suzanne Turnock y OuTrop).
Bombero local extinguiendo el fuego (Foto de Suzanne Turnock y OuTrop).

Como vemos los incendios en Indonesia no son algo nuevo. Cada año se producen algunos de forma accidental y muchos de manera intencionada. El fuego se utiliza como método barato para despejar los terrenos y como arma en los conflictos por su tenencia. Durante las sequías los fuegos pueden crecer rápidamente fuera de control quemando tierras vecinas y bosques. Según artículos recientes las empresas de aceite de palma son las mayores responsables de las emisiones en Kalimantan (Borneo) y la industria maderera en Sumatra, pero las emisiones de los incendios que se producen fuera de los límites de las concesiones son los que contribuyen de manera más significativa a la exposición de la población (Marlier, DeFries et al., 2015).

http://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/10/8/085005#erl517300t2

Greenpeace International ha contabilizado unos 112.000 incendios del 1 de agosto al 26 de Octubre de 2015 y cerca del 40% de ellos se produjeron dentro de las concesiones: tierras concedidas por el gobierno de Indonesia a las empresas para la tala o el desarrollo de plantaciones:
http://www.greenpeace.org/international/en/news/Blogs/makingwaves/4-ways-to-stop-indonesias-forest-fires/blog/54598/

Un artículo publicado en la Revista Nature en agosto de 2014 (http://www.nature.com/articles/srep06112) ya advertía que estos casos de polución extrema del aire en el sudeste asiático no se limitarían solo a los años de sequía y que se espera que estas catástrofes aumenten si continúa la deforestación de las turberas en Indonesia.

La profesora Susan Page, geógrafa de la Universidad de Leicester y experta en las turberas de Indonesia, explica la causa del problema: «Irónicamente las turberas intactas son en realidad muy resistentes al fuego, ya que están protegidas por un alto nivel freático. El problema surge cuando las turberas están agotadas, por lo general para la conversión a la agricultura o para la tala de madera. La turba seca enciende muy fácilmente y puede arder durante días o semanas, incluso arde de forma subterránea y emerge de nuevo lejos de la fuente inicial. Esto hace que este tipo de incendios sea muy difícil de extinguir con una combustión lenta produciendo altos niveles de gases y partículas nocivas».

Este año el problema se ha exacerbado por el fenómeno de El Niño (fenómeno climático relacionado con el calentamiento del Pacífico Oriental Ecuatorial) que se espera que dure hasta la primavera de 2016 y podría prolongar la sequía en Indonesia.

George Monbiot en una noticia del periódico The Guardian lo explica así: «Los bosques de Indonesia han sido fragmentados durante décadas por las empresas madereras y agrícolas. Se abren canales a través de la turba para drenarla y secarla. Lo poco que queda de selva se destruye para plantar monocultivos de madera y aceite de palma. La forma más fácil de limpiar la tierra es quemándola y cada año surgen los incendios. Sin embargo, en años como este con el fenómeno de El Niño tenemos la fórmula perfecta para una catástrofe ambiental». (http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/oct/30/indonesia-fires-disaster-21st-century-world-media)

Orangután de Borneo en el Sabangu Forest. Foto de Andrew Walmsley y OuTrop.
Orangután de Borneo en el Sabangu Forest. Foto de Andrew Walmsley y OuTrop.

Trágicamente el fuego amenaza zonas como el Parque Nacional Gunung Palung (http://savegporangutans.org/), una de las mayores reservas de orangutanes del planeta. Varias organizaciones están trabajando incansablemente para evacuar a los animales capturados, pero el coste para la vida silvestre de Indonesia ya es asombroso. The Orangutan Tropical Peatland Project (OuTrop) indica que el fuego ya está llegando a zonas como el Tanjung Puting National Park, reserva de unos 6.000 orangutanes, al Katingan Forest donde viven unos 3.000 y a la reserva de Mawas, hogar de unos 3.500. Sin embargo es el Sabangau Forest, que mantiene la mayor población de orangutanes salvajes con unos 7.000 animales, es el que se enfrenta a la mayor amenaza.

Pero no solo orangutanes sino la pantera nebulosa de Borneo, gibones, el rinoceronte de Sumatra, el tigre de Sumatra y otras muchas especies en peligro de extinción ven su área de distribución amenazada por las llamas.

Simon Husson, fundador de OuTrop y director de conservación, ha reclamado que «la gente se está ahogando con el humo y uno de los mayores bosques tropicales del mundo se está quemando. La única manera de hacerle frente es con apoyo internacional y… ¡para eso necesitamos que el mundo ponga los ojos en Indonesia ya!».

Además la neblina producida por los incendios es muy perjudicial. La visibilidad se reduce, lo que ha causado cancelaciones de vuelos y el cierre de escuelas y negocios conduciendo a una pérdida de miles de millones de dólares para la economía de Indonesia. Pero la mayor preocupación es el pequeño material en suspensión que supone un grave riesgo para la salud pública. Se ha calculado que más de 75.000 personas en Sumatra y la parte de Borneo que pertenece a Indonesia, sufren infecciones respiratorias como consecuencia de la neblina. Los efectos de vivir con niveles tan altos de contaminación del aire a largo plazo son desconocidos. La neblina y sus problemas asociados incluso se extienden a través del océano a la Indo-Península de Malaca, creando tensiones políticas internacionales.

Orangutanes en la neblina bordeando el Borneo Orangutan Survival Foundation Camp. Foto de Antara FotoReuters.
Orangutanes en la neblina bordeando el Borneo Orangutan Survival Foundation Camp. Foto de Antara FotoReuters.

Varios equipos locales están encabezando los esfuerzos contra los incendios, como el CIMTROP Community Patrol Team, que trabaja para proteger el Natural Laboratory of Peat-Swamp Forest en el norte del bosque de Sabangau con el apoyo de OuTrop. Equipos de lucha contra incendios del gobierno también han sido enviados a las zonas afectadas, con aviones para intentar extinguir el fuego. La policía está empezando a tomar medidas contra las empresas que provocan los incendios de manera ilegal y los medios de comunicación locales y varias campañas están instando a la gente a no provocar incendios.

El Dr. Mark Harrison, director de OuTrop, explica que los esfuerzos para detener los incendios se están intensificando, pero son insuficientes para hacer frente a la magnitud del problema. La Profesora Page añade: «hasta que no exista un apoyo financiero y político adecuado para hacer frente al problema, los incendios seguirán produciéndose en Indonesia cada vez con condiciones más secas y la vida silvestre, el clima y la gente seguirá sufriendo».

OuTrop_Logo

OuTrop es una organización de conservación e investigación establecida en 1999 dedicada a proteger, restaurar y regenerar el bosque de Sabangau en el centro de Kalimantan (Borneo) y otras áreas prioritarias (www.outrop.com).

OuTrop trabaja con el Centro para la Cooperación Internacional y el manejo sostenible de las turberas tropicales (CIMTROP) cuyo objetivo es proteger las turberas y los hábitats forestales mediante investigaciones, educando a la población local y promoviendo su labor. Situado en la Universidad de Palangka Raya, en el centro de Kalimantan, CIMTROP también trabaja para proteger y apoyar los intereses de las poblaciones locales (http://cimtrop.itgo.com/).

Para realizar una donación a la campaña de OuTrop que lucha contra los incendios infórmate aquí:
https://mydonate.bt.com/events/forestfires/188312

Vídeo de la campaña contra los incendios de OuTrop: