Un nuevo estudio liderado por Leslea Hlusko de la UC Berkeley añade un capítulo más a nuestra historia evolutiva y nos habla del amanecer de los monos.

Hace unos años, Hlusko consiguió demostrar que los genes que controlan el desarrollo de la parte frontal de nuestra boca (los caninos e incisivos) son diferentes a los que controlan el desarrollo de la parte posterior (los molares y premolares). Este descubrimiento indicaba que la parte frontal de la boca y la parte posterior pueden evolucionar de forma independiente al momento de adaptarse a cambios de dieta o ambientales.

En su nuevo estudio y tras analizar las muestras dentales de 632 individuos de una colonia de babuínos, Hlusko ha descubierto dos rasgos dentales que parecen ser heredados de unos individuos a otros: el primero es el ratio entre la longitud del tercer molar y el primer molar; el segundo es el ratio de la longitud entre el segundo molar y el cuarto premolar. Al analizar estos rasgos en 723 monos del viejo mundo, 199 grandes simios, 56 fósiles de monos africanos y asiáticos y 165 fósiles de simios, Hlusko y su equipo han demostrado que, en todos los casos, incluidos los humanos, estos dos rasgos son heredados.

El análisis reveló que hace unos 20 millones de años, estos rasgos dentales eran muy diversos entre los simios de la época. Sin embargo, se produjo un cambio en la forma dental en el momento en que los grandes simios comenzaron a desaparecer y los monos proliferaron. Este momento, hace unos 8 millones de años, coincide con el Mioceno, una época de calentamiento global en que el mar Mediterráneo se secó y los densos bosques africanos se convirtieron en praderas y sabanas. Este cambio climático provocó la desaparición de numerosas especies de simios que habían vivido a lo largo de África y el sur de Europa.

El estudio de Hlusko sugiere que aquellos monos que desarrollaron un patrón dental similar al de los simios que desaparecieron, ocuparon su nicho ecológico, lo que provocó una proliferación de los linajes de monos que se han mantenido hasta la actualidad. De esta forma, un mundo principalmente dominado por simios, pasó a ser un mundo dominado por monos, y los simios que sobrevivieron fueron aquellos con un patrón dental diferente al de los monos que han sobrevivido hasta la actualidad, incluidos nuestros ancestros.

Pero, ¿cómo estos monos llegaron a ocupar el nicho ecológico de los simios que desaparecieron? Según Hlusko, podría ser algo más complicado que la dieta. Es posible que el tipo de comida que comían en diferentes fases de la vida pudiera influir, o bien, podría estar relacionado con el momento de erupción de los dientes que podría haber estado influido por cambios en el tiempo en que ocurren otros momentos relevantes de la vida como alcanzar la madurez sexual.

Ahora, Hlusko se plantea descubrir qué genes están detrás de la herencia de estos dos rasgos dentales, lo que podría ayudar a los investigadores a desentrañar qué genes controlan el desarrollo dental y desarrollar técnicas de recrecimiento dental que podrían sustituir al reemplazo de piezas dentales en odontología.

Referencias:

http://news.berkeley.edu/2016/07/11/changes-in-primate-teeth-linked-to-rise-of-monkeys/

http://phys.org/news/2016-07-primate-teeth-linked-monkeys.html